Tenía tiempo de no escribir y hoy que puedo lo hago. Quizá porque hoy tengo palabras que escribir. Y sí, estoy desvariando, pero seguramente alguno de ustedes ha estado en mi lugar...
Estoy desempleada, arruinada emocionalmente, hecha una piltrafa, es como si estuvieran en medio del mar y no hubiese más que tú y un océano de dudas. Y de repente sientes que no sirves para nada.
Ya te metiste a todas las malditas páginas de bolsas de trabajo, los cuales son un verdadero fastidio, pierdes más tiempo llenando estúpidos cuestionarios y cuando finalmente ya empiezas a buscar empleo en esa bolsa de trabajo te manda a otra para que vuelvas a llenar otra pendeja forma y terminas inscrita en otras tantas bolsas de trabajo.
Ah, pero esto no termina ahí, te llegan ofertas de trabajo, y qué creen, ahí vienen más complejidades, resulta que NO cumples el perfil, porque por 6000 pesos al mes, sí, leyeron bien, 6000 mugrosos pesos, quieren las empresas que tengas una experiencia de 20 años, pero una edad límite de 30, que tengas maestrías, sepas de sistemas, redes sociales, diseño, inglés súper mega avanzado y que estés linda y bien peinada.
Y pues pues yo no cumplo la expectativa y verdad, y sin ser modesta, no creo sea mala empleada simplemente no tengo 30 años, aunque tengo una experiencia de 19 años, puedo ser linda y bien peinada, eso sí.
En fin... mi edad de 47 años no me da muchas expectativas. Lo curioso del caso es que no me siento una anciana, pero sí muy perdida.
Tengo la impresión que antes era más sencillo buscar trabajo, hoy es la especialización de la especialización...
En estos tiempos de búsqueda de empleo de verdad que uno llega a la conclusión de vender mole los domingos... Pero ya les seguiré contando mis chocoaventuras.
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